La cruda realidad de la industria de la moda
- Andrea Castillo
- 24 abr 2019
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 7 oct 2019

Uno de los fenómenos más grandes en los últimos años es “salvar al planeta”. Las personas se han vuelto más ecológicas con lo que consumen y compran. En los supermercados hay más comida orgánica y, frente a las estanterías, se masca conciencia crítica. Sin embargo, y a diferencia de con la comida, el gran público todavía no se pregunta qué esconde la etiqueta de esos pantalones tan baratos, tan de moda.
Toda la verdad sobre lo que sucede en la industria de la moda se ha destapado con el documental "The True Cost", el cual muestra las horrendas condiciones y la mala vida que llevan las personas que trabajan en confeccionar ropa. Además, las consecuencias que ha generado el consumismo de la moda.
40 millones de personas que trabajan en confeccionar ropa y 4 millones están en Bangladesh. 1 de cada 6 personas trabaja en el mundo de la moda. La mayoría de sus trabajadoras son mujeres y llegan a ganar un máximo de $3 al día. Incluso, en el documental afirman que hay meses que ganan solamente $10. Este monto no les alcanza para mantener a su familia.

El 24 de abril de 2013, el edificio de ocho pisos Rana Plaza, en las afueras de Daca, se derrumbó sobre los empleados de la fábrica textil que alojaba y que producía prendas para una treintena de marcas occidentales. Murieron alrededor de 1.100 personas y más de 2.000 resultaron heridas.
Incendios, colapsos de edificios y enfermedades relacionadas con los productos químicos que se manejan en los talleres es el día a día de estas personas que no tienen otra forma de ganarse la vida."No quiero que nadie lleve puesto nada que sea producido por nuestra sangre", dice Shima Akhter. Mientras tú compras tu ropa, del otro lado del mundo está muriendo alguien por el exceso de trabajo y la poca paga (o incluso en Guatemala con los sueldos bajos en las maquilas).

Los dueños de estas maquilas lo saben, incluso las compañías de moda conocen la vida de estas personas. Sin embargo no les importa la dignidad de ellas, sino solamente el dinero. "Podrían estar haciendo un peor trabajo", aseguran una diseñadora en el documental.
Comprar, desechar y volver a empezar
La industria de la moda y sus precios bajos ha creado un consumismo sin fin. Hoy se compra más de 80 mil millones de prendas de ropa nueva cada año. Esto representa más que la cantidad que se compraba hace apenas dos décadas. La manera en que se compra ropa ha cambiado tanto y tan rápido, que poca gente realmente se ha parado para entender el origen de este nuevo modelo, o las consecuencias de tal aumento sin precedentes del consumo.
El estadounidense promedio tira 37 kilos de desechos textiles cada año. Lo que suma en total mande 11 millones de toneladas de desechos textiles de los Estados Unidos solamente. La mayor parte de estos desechos no es biodegradable. Significa que se queda en vertederos 200 años o más, mientras emite gases nocivos al aire.

Hoy en día la moda es la segunda industria más contaminante, solamente superada por la industria petrolera. Lo alarmante es que la moda no solo se utiliza una gran cantidad de recursos naturales, y crea asombros efectos ambientales, estos recursos naturales y este impacto a menudo ni siquiera se miden.
La única forma de ver el documental sin cargo de conciencia es verlo desnudo. Después de verlo he reflexionado sobre el consumismo que genera esta industria y que debemos acabarlo antes que acaben con más vidas.
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